NO TODO ES LO QUE PARECE
La salud de los chicos, como la de los grandes, puede ser amenazada por distintos agentes. Agentes Físicos como el calor, el agua, la electricidad, los golpes; agentes químicos como los productos de limpieza e industriales, el humo de cigarrillo o la radiación y agentes biológicos como los virus, las bacterias, los hongos y los parásitos. Todos ellos, junto con la predisposición genética, en mayor o menor medida pueden generar enfermedades.
Aunque parezca muy llamativo, los microorganismos fueron descubiertos hace relativamente poco tiempo como causa de enfermedades. Hasta mediados del siglo XIX existían enfermedades que tenían la loca capacidad de pasar de una persona a otra sin una razón muy bien explicable. Ciudades o continentes enteros eran arrasados por enfermedades y no había posibilidad de frenarlas porque se desconocía sus causas.
Ignacio Semmelweis, un obstetra húngaro en 1848 fue el primero que supuso el contagio como causa de enfermedades. Trabajando en una maternidad en Viena veía que era mucho mas probable morir de fiebre puerperal, una enfermedad que producía infecciones severas en mujeres que habían dado a luz recientemente, cuando los partos eran atendidos por médicos en la maternidad en lugar de partos domiciliarios. Después de mucho pensar y pensar se dio cuenta que los médicos que atendían los partos en el hospital eran los mismos que hacían las autopsias de las personas que morían en toda Viena y no pasaba lo mismo en los partos domiciliarios, atendidos por comadronas o parteras. Supuso que podía existir una relación entre las manos sucias de esos médicos y las muertes de las puérperas. Y de esa manera disminuyo fuertemente la mortalidad materna exigiendo a los médicos que se lavaran las manos antes de atender los partos. Este fue el puntapié inicial para el descubrimiento de los agentes biológicos como causa de infecciones.
Casi 20 años después Louis Pasteur demostró que la fermentación y el desarrollo de microorganismos en caldo de nutrientes no procedían de la generación espontánea. Expuso caldo recién hervido al aire en vasijas que contenían un filtro para impedir que todas las partículas pasaran al medio de cultivo. No creció nada en los caldos, por lo que los organismos vivos que crecían habitualmente en estos caldos debían venir de fuera, como esporas en el polvo, en vez de ser generadas dentro del caldo. Propuso así la “teoría germinal de las enfermedades infecciosas” según la cual todas las enfermedades infecciosas tienen su causa en gérmenes que no se ven a simple vista y que tienen la capacidad de pasar de persona a persona.
Existen 5 tipos de gérmenes dentro de este gran grupo de microorganismos productores de enfermedades. Los virus, las bacterias, los hongos, los parásitos y los priones (si nunca escuchaste hablar de estos últimos es porque, sacando el mal de la vaca loca, no producen enfermedades muy conocidas para la mayoría de las personas).
Cada uno de estos gérmenes tiene características distintas y es acá donde empieza el primer problema práctico y el porqué de este capítulo. Porque es cosa de todos los días (sincérate y recordá si nunca te paso) pedirle a los pediatras que receten antibiótico ante el primer signo de fiebre. En las próximas entradas vas a entender el porqué de la negativa de la mayoría de los pediatras a tu pedido y el peligro del uso indiscriminado de antibióticos.